Duendes de los recovecos, de la conciencia y la mente.
A los saltos y a hurtadillas. Pandillas de entes locos,
jugando a las escondidas, con lo que Eres realmente.
Las creaste muy antaño, fruto febril de tus cuitas.
¡Algunas son bien longevas! Van gobernando tu vida.
Furtivas te van guiando, para hacer lo que éllas quieran.
Malas si son Limitantes, como corset que te aprieta.
Te van dejando sin aire, ahogando ideas nuevas.
Asfixian tus intenciones. Un cerco que no libera.
Pero también hay de aquellas, que te son Potenciadoras
Te impulsan como un motor: pa' lante y a toda proa.
Traen la paz tan ansiada. Te alumbran nuevas auroras.
¿Cuántos logros obtendrías, si a instalar te animaras,
en tu mente y a medida, lo que debieras creer,
aunque miedos te asaltaran; para en la vida crecer?
Puedes cambiar convicciones, mudando tus resultados.
No es fácil pero se logra, si lo anhelas sin medida...
Si descorres las cortinas. Tesoros te serán dados.
Deja te alberguen Creencias, que te lleven a la dicha.
Huye ya de la porfía, de mantenerlas por siempre...
¡No vés, te achatan la vida!... Es por demás elocuente.
A los saltos y a hurtadillas. Pandillas de entes locos,
jugando a las escondidas, con lo que Eres realmente.
Las creaste muy antaño, fruto febril de tus cuitas.
¡Algunas son bien longevas! Van gobernando tu vida.
Furtivas te van guiando, para hacer lo que éllas quieran.
Malas si son Limitantes, como corset que te aprieta.
Te van dejando sin aire, ahogando ideas nuevas.
Asfixian tus intenciones. Un cerco que no libera.
Pero también hay de aquellas, que te son Potenciadoras
Te impulsan como un motor: pa' lante y a toda proa.
Traen la paz tan ansiada. Te alumbran nuevas auroras.
¿Cuántos logros obtendrías, si a instalar te animaras,
en tu mente y a medida, lo que debieras creer,
aunque miedos te asaltaran; para en la vida crecer?
Puedes cambiar convicciones, mudando tus resultados.
No es fácil pero se logra, si lo anhelas sin medida...
Si descorres las cortinas. Tesoros te serán dados.
Deja te alberguen Creencias, que te lleven a la dicha.
Huye ya de la porfía, de mantenerlas por siempre...
¡No vés, te achatan la vida!... Es por demás elocuente.
Daniel Palavecino
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