Acto vil del alma humana que de frustraciones llena,
prefiere poner distancia, entre lo que es... y lo que anhela.
Anestesia que adormece nuestra conciencia en tinieblas
ignorando las borrascas que se avecinan siniestras.
prefiere poner distancia, entre lo que es... y lo que anhela.
Anestesia que adormece nuestra conciencia en tinieblas
ignorando las borrascas que se avecinan siniestras.
Y es que el triunfo te vendría minutos después de la huída.
Como rueda del avión... ¡No hace falta cuando vuela!
Como rueda del avión... ¡No hace falta cuando vuela!
¡Ama más y de tal modo hasta que sientas que duela!
Como la nave en la pista, carreteando sin reservas,
levantarás alto vuelo con alas de tu experiencia.
Y allí en altura crucero: La calma será tu esencia...
Corrigiendo bien el rumbo, puerto harás aún en nieblas. Conquistando así la dicha de tu vida... y las que llevas.
¡No se huye de uno mismo! Aunque cambiemos de cancha,
igual aprender el juego deberás hacer mañana.
Como liebre en la pradera que del cazador dispara,
igual muere tras la hierba. ¡Sus orejas la delatan!
Mejor temprano que tarde y a la luz de tu templanza
haz lo que sea menester por sanar cabal tu alma.
Quédate en la palestra. ¡Esa de amor!... ¡No de tus mañas!
Y pon manos a la obra. Que tus cambios sean fraguas,
forjando tu nuevo Ser ¡Milagros verás mañana!
Deja quemarme en tus llamas crepitando en nuestra cama.
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Como la nave en la pista, carreteando sin reservas,
levantarás alto vuelo con alas de tu experiencia.
Y allí en altura crucero: La calma será tu esencia...
Corrigiendo bien el rumbo, puerto harás aún en nieblas. Conquistando así la dicha de tu vida... y las que llevas.
¡No se huye de uno mismo! Aunque cambiemos de cancha,
igual aprender el juego deberás hacer mañana.
Como liebre en la pradera que del cazador dispara,
igual muere tras la hierba. ¡Sus orejas la delatan!
Mejor temprano que tarde y a la luz de tu templanza
haz lo que sea menester por sanar cabal tu alma.
Quédate en la palestra. ¡Esa de amor!... ¡No de tus mañas!
Y pon manos a la obra. Que tus cambios sean fraguas,
forjando tu nuevo Ser ¡Milagros verás mañana!
Deja quemarme en tus llamas crepitando en nuestra cama.
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Daniel Palavecino
Derechos de Autor
2 Diciembre 2007
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