de intentar -dar una talla-
en un... -haciendo que hago-
Si hubieras tratado en serio,
el triunfo habrías logrado.
¡Qué pena!... no fuiste seria.
Resistirte te es innato.
No es tiempo ya de disculpas,
ni caricias, ni reparos.
¡Anda pues! sigue tu huella,
que con largo desamparo
eliges en lento duelo.
¡No podrás huir de ti!
Es inútil, es bien claro.
¡Prisionera al fin y al cabo!
Defender pues tus posturas
perfectas ya de auto-halagos,
no tendrás que hacer más nunca
alarde de -tanto- en vano.
Igual te esperen las sombras
sin luz de tu enamorado.
Sin -Conocer la Verdad-,
-Tener Razón- has logrado.
¡Anda ya, no pienses tanto!
Segura te has de sentir
para hacernos tanto daño.
Por no meditar siquiera
caes en tu propio engaño.
Anda ya, ponte el Sudario,
equivocada por siempre
vivirás en un Calvario.
Vete pronto, que la noche
no perpetre su reclamo.
Verás la Luna y su cara
que nos inundó en derroche
de caricias y amapolas,
hacer su duro reproche.
Estrella fugaz que huye
buscando soles lejanos.
Si lo que vive cambia...
¡Cambia pues para vivir!
Mas si no tienes amor,
suficiente que te inspire.
Busca la llama que inicie
tu sana sed de vivir.
Atrás quedaré yo...
en amarga desventura.
Con tus decires falaces.
Despiertos lloran sin cuna.
Sé Feliz en forma alguna.
Nada te debe la vida.
Pagada ya estás de tí.
¡Qué mal hiede tu andadura!
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Daniel Palavecino
Derechos de autor
14 de Diciembre 2007
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uN AMOR FRUSTRADO, DOS ESENCIAS DISIMILES Y UN NUNCA MÁS
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