Si para jugar, precisas ganar,
déjame decirte que... ¡no tiene caso!
porque ya has perdido la apuesta final,
y muerte te espera, al fin de tus años.
Así que abandona tus tercos errores,
discursos oscuros y… decires vanos,
si al final y al cabo, ya vives servil,
de intenciones necias y fútiles actos;
y al irte los dejes como atestiguando,
que no te animaste a arriesgar el rabo,
por lo que mereces, y dejar sentado,
el que fuiste proba, ante tus hermanos.
Con naipes marcados, no puedes jugarle
¡A la vida toda… no vas a ganarle!
Acorta distancias y apuesta el doble,
revive el cadáver que habitas en vano.
Pues te vienen tiempos de esperar castigos,
ya que a Dios, tus taras, lo tienen transido.
por frizzar amor en tu calendario
de enlutados meses y de días magros.
¡Levántate y anda!... como fué con Lázaro.
Te digo y espero, me aceptes partida,
que no perderemos porque nos amamos,
y la vida eterna nos premie, en milagros.
Juntos merezcamos cielos de alegrías,
por jugar las cartas que nos han tocado.
Hábiles tahúres por burlar los años
de pasados tontos, que ganan a diario
porque los dejamos, pero desde ahora
nos hacemos cargo, de salir de airosos
y ganar partidas, que tanto deseamos.
Se puede Mi Vida ¡Vamos a lograrlo!
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Daniel Palavecino
Daniel Palavecino
Derechos de Autor
11 Nov. 2008
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