No hace falta que te diga que por ti doblan campanas,
si tu badajo las tañe, para mi, cada mañana.
Ni necesario explicarte, que te busco en mi cama,
mientras pervivo en la tuya, y te asalto en madrugadas.
Y me huelga el preguntarte si me recuerdas en llamas,
de un amor, que nunca muere, y te incendia en alboradas.
Pues te conozco aún antes, de que nacieras dotada,
de las alas que te baten, y te llevan a mi almohada.
No tengo que interrogarte si te agito aún la calma,
si tu presente, se ha muerto, y tu futuro me clama.
Igual que el mío en tu sombra, en las noches se arrellana,
porque dejaste tu aliento, en mis días, y en mi alma.
***********************************
Daniel Palavecino
Derechos de Autor
**********************************
No hay comentarios:
Publicar un comentario