Un día te descubrí en una noche cualquiera,
entregada a tu nostalgia, desmemoriando quimeras.
Un día te ví parir alegrías por doquiera
y me llenaste de luz, encendiendo en mí una hoguera.
Un Dia dijiste "Te Amo"... ¡Te creí a pié juntillas!
Te correspondí amando a lo lejos y a hurtadillas.
Un día te rescaté de tu mundo de tinieblas
y me llené de tus ansias, volteando todas tus rejas.
Un día te concedí mi corazón a tu antojo,
y se llenaron mis ojos de tus mohines de nena.
Un día te ví llegar y adueñarte de mi senda.
Por compartir mi volar... ¡Te presentí tan etérea!
Un día te consolé pues te invadía la pena,
en las playas de tus mares, con manos llenas de arena.
Un día te oí decir arteras frases inciertas
y me sumiste en el luto, que hoy me corre por las venas.
Un día te ví partir maldiciendo al universo,
asesinando mis rimas, condenándote al silencio.
Y un día te olvidaré cuando florezca el cerezo.
Ya nuestro idilio pasó... Dos corazones han muerto.
Daniel Palavecino
Derechos de Autor
22 Diciembre 2007
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